Paradigma Contemporáneo de la Fotografía Digital

Por: Teodora Lara

Toda época ha rechazado su propia modernidad; toda época, desde la primera en adelante, ha preferido la época anterior.

Walter Benjamin

INTRODUCCIÓN

Han existido muchos paradigmas a lo largo de la corta historia de la fotografía y en este momento  nos encontramos viviendo el nacimiento y la transformación de uno más. Desde él podremos ver, apreciar, percibir, y representar visualmente el mundo desde una perspectiva diferente, una perspectiva en la que el significado inmerso en las fotografías será imperativo para su existencia como arte más allá de su superficial presencia física en el mundo.

Si retrocedemos en el tiempo, el pasado nos dice que todo es parte de un ciclo de negación, duda y aprendizaje.

EL LÁPIZ DE LUZ

El principio de la cámara es conocido durante mucho tiempo: la luz que penetra por un agujero minúsculo, desde la pared de una habitación oscura, forma en la pared una imagen invertida de lo que hay en el exterior.

En 1568 Daniello Bárbaro, demostró que se podía obtener un acabado mucho más brillante colocando una lente en el lugar del orificio de entrada. Y para los siglos XVII y XVIII se colocó una lente al extremo de una caja de dos pies de largo; sobre la superficie horizontal superior colocaba un vidrio esmerilado o semiopaco, adonde la imagen llegaba mediante un espejo colocado en un ángulo de 45º. Muy semejante a la moderna cámara réflex. Esta nueva cámara tenía la ventaja de que la imagen no quedaba invertida.

La ayuda física que daba la cámara oscura había acercado tanto a la humanidad a una copia fiel de la naturaleza y a satisfacer la demanda general por la realidad, que sólo el lápiz de la naturaleza podría servir.

En 1839 se consigue que esta imagen de luz sea fijada y posteriormente se consigue una disminución en los tiempos necesarios de exposición facilitando la toma de retratos que antes solo eran posibles mediante un mecanismo que inmovilizaba a la persona que posaba.

EN BUSCA DEL PARADIGMA

A finales del siglo XIX los fotógrafos buscaban un lugar para la fotografía entre las artes, esto requería la búsqueda de una identidad propia. Una completa emancipación de la fotografía y su desarrollo como un arte independiente.

Es así cómo surgen corrientes como el pictorialismo y posteriormente la fotografía directa. En esta última se consideraba que alterar un negativo en cualquier forma hablaba de la miserable incapacidad de tratar a la fotografía como un verdadero arte. Esto supone un verdadero respeto por el objeto fotografiado. La cámara debía ser utilizada para expresar la esencia de la cosa misma. La tendencia de la fotografía es, desde esta percepción, a través del realismo.

De la mano de la fotografía directa el documental fue desde sus comienzos un movimiento antiestético. La fotografía no debía modificarse ni arreglarse, el objeto debía ser representado como parte de su ambiente y mostrarse como poseedor de una posición dada en el espacio y en el tiempo. Sin embargo este paradigma construido en defensa de la fotografía para lograr diferenciarla de otras artes, principalmente de la pintura, ha sido derribado en diversas ocasiones y actualmente con la llegada de la fotografía digital es nuevamente cuestionado.

Existen dos vertientes que dicen que la fotografía está a punto de morir pues está perdiéndose su valor como objeto y ha dejado de considerarse un documento que represente la realidad pues es fácilmente falsificable.

Objetivos del ensayo

  • Describir el paradigma de la analogía.
  • Cuestionar al paradigma de la analogía.
  • Validar la imagen fotográfica en cuanto a documento poseedor de información independientemente de si su soporte es material o digital.

EL PARADIGMA

EN CUANTO A SU FUNCIÓN DE REALIDAD

Desde la cultura egipcia los modelos de representación se han debatido entre la mímesis y la abstracción. Entendiendo el primer modelo como el paradigma de la analogía entre la realidad y su imagen, con la finalidad esencial de conseguir un parecido más exacto con su referente. El segundo como la expresión simbólica o conceptual de la realidad, donde se acentúan las formas, alejándolas de la imitación o reproducción verosímil de lo natural proponiendo una realidad distinta.

Técnicamente puede decirse que la fotografía logra el “doble exacto” sin embargo ese doble supuestamente exacto no puede modificarse pues esta imagen es solo un reflejo fijado de la realidad más no la realidad misma.

Es por ello que no veo porque cuestionar el hecho de que la fotografía puede ser utilizada para crear información que no existe en la realidad y por medio de todos los métodos posibles, si como finalidad se tiene, lograr transmitir una idea que el “doble exacto” la “imagen mimética” y “análoga”  no logra transmitir.

A continuación enunciaré algunos de los paradigmas que sobre la función de realidad de la imagen fotográfica se han defendido:

  • La verdad es la condición fundamental de una fotografía.
  • Extrae un instante de realidad.
  • Pretende representar la realidad.
  • No solo puede ser bella sino también muestra la verdad.
  • Está en el momento en que la realidad regala aquello que se busca.
  • Refleja las contradicciones de la propia identidad.
  • Pide prestados momentos con el fin de fijar los recuerdos. Evitar el olvido.

PRIMER CUESTIONAMIENTO

A inicios del siglo XX los fotógrafos se encontraban impacientes ante las limitaciones impuestas por quienes consideraban que su función era producir imágenes convencionales y fácilmente comprensibles.

Con el surgimiento de las nuevas corrientes de renovación artística como el modernismo, el cubismo y posteriormente el futurismo los artistas, buscaron romper con la tradición, el pasado y los signos convencionales de la historia del arte. Todos los esfuerzos artísticos realizados desde entonces, por grandes que hayan sido sus diferencias, comparten esa tendencia hacia la emancipación de la realidad. Por lo cual podemos decir que se rompió en ese momento el paradigma de la analogía.

Alvin Langdom Coburn se cuestionaba ¿Por qué no debe el artista de la cámara romper con gastadas convenciones, que incluso en su existencia comparativamente breve han llegado a impedir y restringir su medio, y reclamar la libertad de expresión que todo artista debe poseer para estar vivo?

Como un síntoma de esta nueva percepción de la fotografía se implementan algunos métodos para distorsionar las imágenes de la cámara como la pseudosolarización, el uso de los planos oblicuos, las múltiples y largas exposiciones. Existió asimismo un gran interés por lo que fue descrito como fototipigrafía, una palabra acuñada para describir el fotomontaje, el fotocollage y la mezcla de tipos de letras con la imagen fotográfica.

Pero habríamos de cuestionarnos ¿Qué resulta más real?, el aspecto fiel de un registro único del objeto, en el cual se omiten necesariamente muchos otros aspectos, o la representación de un conjunto de características, muy superior en número a las del registro anterior, pero con un menor nivel de realidad. Nuestro objetivo cómo fotógrafos, es finalmente, lograr fijar momentos de la realidad para después mostrar esos momentos muertos en la realidad pero siempre vivos a través de su imagen.

Hoy en día una veneración por ciertas tradiciones del pasado se ha mezclado con una actitud iconoclasta y con la búsqueda de un sentido dentro de la nueva visión del mundo.

Minor White describe que para liberarse de los hechos visuales, el fotógrafo utiliza a la cámara como una maquina de hacer metamorfosis y como si la fotografía fuera una metáfora que el fotógrafo puede utilizar para procurar una verdad poética. Una concentración del mundo en el interior del marco de la foto que, en combinación con la palabra impresa, pueden transmitir nuevos sentidos en ambas.

  • El valor de la fotografía no depende de lo fotografiado, sino del proceso creativo del artista.
  • La fotografía ha de hacer preguntas y responderlas. No importa si son mentira.
  • Juega con los elementos, y los descontextualiza, formando metáforas.

Lo cierto es que cada uno es dueño de su propio paradigma y utiliza a la fotografía como una herramienta que le permita comunicar una idea.

EN CUANTO A SU DISTRIBUCIÓN DIGITAL

El proceso de esta transformación paradigmática comprende el tiempo en el cual se transforma el modo de percibir y representar la realidad así como distribuir su representación modelizada. El resultado de esta, podría adentrarnos cada vez más en los confines de una nueva realidad que podría resultar ser ficticia. Una realidad digital que contenga toda la información conocida por el ser humano donde lo importante no es la materia o su existencia en la realidad material sino el valor informativo, su contenido, el concepto.

Basada en la abstracción y representación icónica de la realidad, la realidad virtual estimula de tal manera el sistema nervioso que la consideramos real pues esta es perceptible. De alguna manera somos sensiblemente incapaces de diferenciar la realidad virtual de la realidad ya que sin duda vivimos inmersos en ese traslape de percepciones del mundo y su imagen. Podemos sentir enojo, frustración, paz, armonía, confusión, etcétera mientras vemos una representación de la realidad por medio de la fotografía o el cine y esto hablando únicamente de lo visual.

En la concepción del nuevo paradigma, los objetos dejarán de existir para así convertirse en imágenes representadas en la virtualidad. Podremos vivir en un mundo de información en el que el pensamiento más que la materia sea la nueva realidad.

Ya en el presente intentamos comportarnos como aparatos digitales; el hardware de nuestras computadoras y cámaras, es una extensión de nuestros cuerpos, y el software una extensión de nuestra mente, poseedora de todo el conocimiento que de la red se pueda vaciar. Cuerpo y mente existen y solo existen si se pertenece a ese mundo artificial de realidad virtual. El intercambio de información colectiva que se da por medio de la red, sustituye al mundo material y sensible.

Entre los síntomas que se presentan  ante la probable llegada de esta nueva era se encuentran los siguientes: confusión de la realidad con su imagen, mayor apego a los aparatos digitales, una visión autocentrista del mundo, creación de una unidad individuo-aparato. En palabras de Vilem Flusser “Una transvaloración de todos los valores”.

Vivimos en un zoo humano y los medios de información y comunicación nos mantienen encerrados en ese mundo virtual. Porque la vida se puede vivir también en la red, en la red compro, aprendo, viajo, me comunico. Un mundo en el que además cada uno puede ser dueño de su propia realidad, claro esta suponiendo que la realidad deje de ser concebida como materialidad perceptible.

CONCLUSIÓN

Un cambio de paradigma  involucra una batalla mental contra los paradigmas sólidamente establecidos. Busca emanciparse, anclar en un nuevo punto fijo, el mundo que nos rodea.

Mikel Dufrenne nos advierte sobre la artificialidad en que se puede caer, cuando el artista, más que en propiciador de una búsqueda personal, se transforma en cultivador de los usos paradigmáticos del arte. Y menciona que aún durante siglos, será surrealista en arte, todo lo que apunte a una mayor emancipación del espíritu”; comprendiendo entonces, que la emancipación de la razón, será la mejor vacuna, contra el influjo dogmático de los paradigmas, provengan estos, de donde provengan.

Reconocer que la concepción de la realidad es una convención entre los seres humanos para comprender el mundo y poder comunicarlo, nos permite apreciar la muerte del viejo paradigma y aceptar con mayor facilidad la llegada del nuevo paradigma. Esto no sin también hacernos conscientes de que el arte como medio de expresión es libre de representar sus ideas de la forma en que le sean convenientes más allá de el paradigma en que nos encontremos que siempre podrá ser cuestionable.

Es por estos motivos que defiendo la teoría de que la fotografía vivirá mientras sea capaz de transmitir un significado; más allá de que el objeto fotográfico este o no alterado, si representa un momento real o es ficticio. La importancia de la imagen fotográfica es transmitir un significado que debe ser interpretado.

Y por ningún motivo olvidar que la fotografía, responde a maneras específicas de ver, generadas en la subjetividad. Esta subjetividad invalida la pretensión positivista, de objetividad como fin estético. Sin embargo es una decisión personal de cada artista la manera en que desea plasmar y transmitir su concepción de la realidad. Y esta concepción puede tener fines estéticos, documentales o experimentales sin que por este motivo se pierda su razón de ser.

BIBLIOGRAFÍA

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HERNÁNDEZ, O. La Muerte de los Paradigmas y el Devenir de las Artes. http://agorarte.wordpress.com/2008/03/11/ensayo-la-muerte-de-los-paradigmas-y-el-devenir-de-las-artes/

LISTER, M. La Imagen Fotográfica en la Cultura Digital. Ed. Paidós. Barcelona. 1997.

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NEWHALL, B. Historia de la Fotografía. Ed. Gustavo Gili. Barcelona. 2002.

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